Mis padres y yo salmos a ver el ambiente de la Nochevieja en Pamplona. Era la primera ves que yo salud con ellos en ese día. Antes que era mas pequeña no aguantaba despierta más allá de la medianoche. `Pero ya a mis 9 años la cosa pintaba diferente. Estuve muy despierta, con ganas de ver a todos los que salen disfrazados. La ciudad de Pamplona es muy original en esta fecha porque la gente n vez de salir arreglada, ve disfrazada, es genial!!!.

Antes de salir nos preparamos con una mu buena cena. En casa d e mi abuela había de todo… paté, jamón,  este pequeño “centollito” que mi padre cocinó.

Cuando salimos por las calles, todo era alegría y diversión. Había mucha por todos lados  la ente estaba feliz.

De repente la calle estaba llena y yo perdí de vista a mis padres. El asusto fue tremendo y casi me pongo a llorar. Soy muy valiente, pero verme allí rodeada de gente disfrazada me dio un poco de “miedito”.

Corrí calle arriba y calle abajo buscándolos… pero nada,  no los encontraba por ninguna parte.

Pensé acercarme a algún policía a decirle que estaba perdida sin mis padres, pero resultó que los policías que vi….eran mentira, estaban disfrazados…..así que menuda decepción!!!

De pronto, me ví sola en una calle…oscura… tenebrosa….y al final se acercaban cuatro grandes monstros azules…yo empecé a reces porque creí que me iban a comer seguro!!! Se fueron acercando poco a poco y cuando ya estaban cerca me di cuenta de que eran cuatro chicas disfrazadas de monstruos come galletas….QUE ALIVIO!!! QUE ALEGRÍA!!! ESTABA SALVADA!!!

Aunque como eran monstruos come galletas me regalaron unas cuantas para que se me pasara el mal rato!!!

Ellas me acompañaron a buscar a mis padres…estuvimos mitrando por todas partes, y nada que aparecían.

Luego a una de ellas se le ocurrió preguntarme si recordaba el número de teléfono y le dije que e los nervios que tenía no recordaba nada….vaya por Dios!!!

Después de un rato, pensando un poco, recordé el teléfono de mi madre y ellas la llamaron. Le dijeron donde estábamos y en broma le pidieron recate por mí!!!. Mis padres muy asustados dijeron que llegaban enseguida….y al final… todo quedó un susto y nos encontramos en la calle Estafeta.

Cuando mis padres llegaron les di un fuerte abrazo…porque me dio mucha alegría estar nuevamente con ellos

Nunca olvidaré la aventura que viví esa Nochevieja…y las cuatro amigas come galletas que conocí.

Autora: Cristina López. Colegio Luis Amigó